Correr bajo la lluvia es demasiada belleza…

NOT!

Como buena ciudadana del desierto no estoy para nada acostumbrada a la lluvia, así que cuando leo que la lluvia no te impide correr me suena demasiado soñador, una amiga incluso mencionó que era lo mejor que podía pasar, algo así como que era la manera mas bonita de correr.

Pero la verdad estoy en total desacuerdo. Correr bajo el calor de la mañana de un día caluroso, o correr por la tarde con un día caluroso (nótese que lo caluroso no puede faltar) es algo un tanto pesado pero cómodo, te esfuerzas pero es cómodo, sudas mucho pero es cómodo, respiras cómodo; en cambio con agua se pierde toda la comodidad, mis tenis no son impermeables, los coches no tienen piedad si te ven corriendo para no mojarte, los charcos son imposibles de pasar, y lo peor de todo ¡utilizo lentes!, y no me los quito para correr, eso no es una opción para mí, terminaría peor sin utilizarlos.

Por esta razón la semana pasada me guarde en mi casa y no salí a correr para nada, así es, llovió diario, cosa extraña por este lugar. ¿Dios porque no llueve solo donde es necesario? ¡Aquí no tenemos drenaje pluvial y mi casa se gotea!

La buena noticia, el clima regresó a la normalidad, ok, no a la normalidad, porque ya empieza el frío, y como bien se pueden imaginar tampoco me gusta el frío, ¿había mencionado que soy mujer de desierto?, pero bueno, el frío es mas como un reto, es como algo que me hará esforzarme mucho mas y que me dará mas sabor al terminar cada ruta del día. Aunque también recuerdo aquella vez que me estaba ahogando mientras corría a 6° porque fue de lo mas pesado, pero ya veremos que me invento para poder pasar esos obstáculos, por lo pronto espero retomar el camino y que no me vaya siendo costoso desde ahorita.

Lo bueno… la lluvia ya se fue (por ahorita).

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